martes, 22 de julio de 2014

Cuestión de principios

El ser humano fiel a sus principios está en peligro de extinción.

Hoy, sin tenerlo planeado, he leído la primera entrada que escribí en este blog. Tan llena de rabia, tan llena de inocencia a su vez, tan llena de mi. De cómo pienso, de cómo siento.
Fue escrita en 2011, hace casi 3 años; y prácticamente a día de hoy escribiría exactamente lo mismo, tan llena de rabia como entonces.
Efectivamente no soy tan especial ni tan única. Pero... entonces ¿eso quiere decir que entonces no he evolucionado nada? No, tampoco es eso. Recientemente estoy dando pasos de gigante frente a los pasitos de tortuga de antes. Y eso es la fuente de mi orgullo propio pero también de mi preocupación.

Orgullo porque es bueno evolucionar. Porque por mi forma de ser me parecía casi imposible, lo cual es una tontería, porque siempre se evoluciona aunque no nos demos cuenta.
El paso del tiempo, las vivencias y experiencias vividas, la sociedad y la gente con la que te rodeas te hace evolucionar, y también TÚ mismo.
Preocupación porque esto mismo hace que me pregunte si entonces sigo siendo fiel a mis principios.

Los principios de las personas son su esencia, su patrón para actuar, los pasos a seguir, aquello que nos diferencia los unos de los otros.
Para mí son muy importantes.
Actuar sin principios o lo que es peor, ser infiel a los mismos; me dejaría una mancha en mi conciencia que tendría que limpiar. Pero si estos principios, que son distintos entre las personas, chocan con los pensamientos populares; entonces, te encuentras entre quedar bien con los demás o decidir no traicionarte a ti mismo. Es complejo, es difícil. Pero no todo en esta vida consiste en seguir el camino fácil.

A veces me pregunto por qué tengo que ser tan rara. Por qué tengo que pensar siempre de otro modo. Por qué soy tan fría y a veces tan sentimental. Por qué me gusta cuidar a los demás, por qué quiero y creo en las personas...

A veces, solo a veces... me gustaría ser algo más normal en las relaciones interpersonales y pensar como los cánones de la sociedad, los movimientos populares...
...pero entonces dejaría de ser yo (de mis principios).