Por fin llegó ese día que estábamos esperando todas.
Nos mantuvimos a la sombra, en la oscuridad, como un gato al acecho esperando su oportunidad. Y por fin ha llegado.
Bajo esa coraza de alegría, de mujer dura y fuerte que puede superar cualquier cosa sin ayuda, aquella a la que yo admiré por volver a su vida cotidiana tan pronto y por ser tan luchadora; bajo esa coraza, digo, han pasado muchos meses. Meses de perspectivas de futuro, de no mirar atrás, de evitación y extrema ocupación. Pero no eras valiente por entonces y te echábamos de menos.
Yo creo que te admiramos, no por tu gran poder de seguir adelante, donde desde luego tienes un sobresaliente. Te admiramos porque bajo esa coraza se esconde alguien que tiene sentimientos y que por primera vez ha dejado aflorar algo que sentía desde hace mucho y que no quería sacar a la luz. Porque ser valiente no es cosa de caballeros con armaduras: ser valiente es de acciones pequeñas, de personitas pequeñitas que luchan por superar miedos, por plantar cara a las verdades.
Te admiramos, te admiro yo al menos, porque esta vez, algo tan natural y humano: unas lágrimas, han demostrado efectivamente que eres MUY VALIENTE.
Te queremos muchísimo.
Como decía, al gato le ha llegado su oportunidad, pero no para atacar. Ha llegado el momento de salir nuevamente a la luz para mimar y dejarse mimar, para ronronear y respirar tranquilidad.
Los gatos pueden hacer mucha compañía.
Pero a diferencia de éstos, nosotras, humanas, AMIGAS tuyas: ahí estaremos: pase lo que pase.
TE ADMIRAMOS, TE ACEPTAMOS, TE QUEREMOS.
BRAVA :D
ResponderEliminartouché The Winter, volviendo por la puerta grande y con el corazón en la mano
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar