Muchos pueden pensar que no tengo motivos ni razones. Y en cierto modo puedo darles la razón, pues no estoy pasando por mi mejor momento laboral y sentimental.
Pero... ¿sabéis qué? (me permito tutearos, no os ofendáis); me siento bien conmigo misma, y esto señores, es muy nuevo porque siempre me estoy quejando. Me siento bien, me siento segura de mi misma. Es por esto que quiero escribirlo.
Quiero deciros, que sí. Que hay momentos malos, que hay gente mala, que muchas veces la suerte no está de nuestro lado, y que cuando pensabas que algo no podía ir peor pasa algo que te hace tocar fondo. Sí, soy consciente de todo ello, y también de que en mi joven vida todavía tengo mucho que llorar y sufrir... pero también reír y pasarlo bien. Y es por eso por lo que, a pesar de no estar en mi mejor momento, me puedo considerar una persona feliz. Feliz porque lo intento dar todo por los demás, porque me gusta ayudarlos y porque eso me llena tanto que, incluso a veces, mis pequeños problemas pasan a segundo plano.
Feliz porque tengo una familia maravillosa. Porque tengo unos amigos de los que puedo presumir ante los demás. Porque me encanta mi profesión. Porque a pesar de haber pasado un mes complicado, he resurgido en mi MEJOR YO hasta ahora (o eso creo).
Feliz porque he sabido plantar al mal tiempo buena cara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario