Ser buena, pero no lo suficientemente buena para destacar.
Ser competente, pero no lo suficiente para el puesto.
Destacar en clase, pero no lo suficiente para ser extraordinaria.
Ser amiga, hermana, hija... pero no lo suficiente.
Y así es como me siento hoy. Cargada de pensamientos filosóficos sobre mi yo, mi ello y mi super-yo. (Al final voy a acabar como el Quijote, loca de atar os lo aseguro). Pero hoy es así, a pesar de considerarme buena e incluso inteligente, nunca soy lo suficientemente lista o buena ante las adversidades que la vida pone constantemente en mi camino.
Y realmente, no me pasa nada, no ha pasado nada... y quizá es eso lo que me pasa... que nunca me pasa nada. Que doy mucho y recibo poco... porque oigan: a veces a una le gusta sentirse querida. Ser suficiente, y no quedarme estancada en mi propia campana de Gauss. Yo creo que puedo aspirar a mucho más, o al menos, creo que me lo merezco.
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